Leer la mente, ultraprocesados y marketing y más
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🌱 Medio ambiente | 📡 Tecnología | 💊 Salud y medicina | 👫 Sociedad
Por Arce Domingo e Irene Martínez-Morata
📡 Leer la mente ya no es ciencia ficción
Las claves
Las interfaces cerebro-computadora (ICC) son sistemas que establecen una comunicación directa entre el cerebro y un dispositivo externo, capaces de asistir con el pensamiento.
Esta tecnología presenta una oportunidad única para usuarios que habían perdido toda capacidad de movimiento o incluso de comunicación.
Sin embargo, la capacidad de estos dispositivos para acceder a aspectos de la vida más íntima de una persona, incluidos sus pensamientos antes de que sean conscientes, ha generado preocupación sobre cómo mantener la privacidad.
Los especialistas en ética piden poner el foco sobre cómo las neurotecnologías podrían moldear los pensamientos y las acciones de las personas, especialmente cuando se combinan con la inteligencia artificial.
🧠 ¿Es hora de preocuparse?
Recientemente, estos dispositivos se han expandido para incorporar un implante en la corteza parietal posterior, una región del cerebro asociada al razonamiento, la atención y la planificación.
No es ciencia ficción: los usuarios afirman que estos dobles implantes ejecutan órdenes incluso antes de que ellos lleguen a pensar conscientemente en ellas.
Por ejemplo, Nancy Smith, paralizada de cuello hacia abajo por un accidente y aficionada al piano, declaró: “sentía como si las teclas se pulsaran automáticamente sin que yo pensara en ello. Era como si conociera la melodía y la tocara por sí solo”.
Este sistema, implantado como parte de un ensayo clínico, se entrenó con las señales de su cerebro mientras ella imaginaba que tocaba el teclado.
El sistema era capaz de detectar su intención de tocar antes de que ella intentase hacerlo conscientemente, lo que amenaza no solo la privacidad, sino la autonomía.
Dado que los dispositivos podrían actuar anticipándose a la conciencia, la preocupación va más allá de la privacidad: científicos piden obligar legalmente a los desarrolladores a actuar en el mejor interés del usuario, tal como sucede con los abogados y sus clientes, por ejemplo.
💡¿Sabías qué?
La empresa Paradromics ha anunciado esta semana que la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos ha aprobado el primer ensayo clínico de su ICC. La empresa —una de las principales rivales de Neuralink, la neurotecnológica de Elon Musk— implantará su dispositivo en dos voluntarios que han perdido la capacidad de hablar. Cuando los participantes imaginan que hablan, estos patrones neuronales se convierten en texto o en una salida de voz en tiempo real basada en grabaciones antiguas de las voces de los participantes. Es el primer ensayo clínico de ICC que centrado en generación de voz sintética.
🌱 La brújula oculta de las aves
Las claves
Durante décadas se ha sospechado que muchas aves vuelan por el mundo usando algo más que la vista y las estrellas. Tras más de diez años de trabajo, una nueva investigación ha revelado por primera vez el mecanismo que podría estar detrás de este extraordinario sentido de la orientación.
El estudio, publicado en Science, ha identificado que las palomas son capaces de detectar el campo magnético terrestre, registrando corrientes eléctricas minúsculas en su oído interno.
Concretamente, el sistema vestibular, un órgano que controla el equilibrio, podría funcionar también como una brújula biológica.
Todo apunta a que estas aves han desarrollado una brújula neurológica que no depende de la vista, funciona incluso en la oscuridad y está integrada en el mismo órgano que las ayuda a mantener el equilibrio.
Este descubrimiento podría ayudar a explicar cómo ciertos animales logran hazañas asombrosas de desplazamientos a larga distancia.
“Probablemente se trata de la demostración más clara de las vías neuronales responsables del gran sentido de la orientación de los animales”, afirma Eric Warrant, investigador en biología sensorial de la Universidad de Lund, en Suecia.
🧲 Cuestión de magnetismo
Para el experimento, los científicos expusieron a las palomas a un campo magnético ligeramente más fuerte que el terrestre, mientras mantenían sus cabezas inmovilizadas.
El campo se movía lentamente para simular los cambios de orientación que la paloma experimentaría al mover la cabeza durante el vuelo.
Después, analizaron el cerebro de las aves con técnicas de mapeo neuronal, comparando los resultados con un grupo de control que no había estado expuesto al campo magnético.
La diferencias fueron claras: las regiones cerebrales conectadas al sistema vestibular se activaban específicamente cuando el campo magnético cambiaba.
💡¿Sabías qué?
El récord de distancia de migración en aves lo tiene el charrán ártico. Esta especie viaja más de 70.000 kilómetros al año, desde el Ártico hasta la Antártida y de vuelta. Pero no es la única, otras especies como la aguja colipinta pueden volar 13.000 km sin parar, cruzando el Pacífico Norte hasta Nueva Zelanda sin posarse. Las grandes migraciones no son solo cosa del cielo: en el océano, la ballena jorobada recorre hasta 8.000 km entre zonas de alimentación y reproducción. En tierra, los caribúes del Ártico realizan la migración terrestre más larga: más de 1.000 km al año a través de tundras y bosques para encontrar alimento.
👫 ¿Debemos cambiar cómo estimamos el crecimiento de un país?

Las claves
Hasta ahora, el producto interior bruto (PIB) ha sido el indicador por excelencia para estimar el crecimiento de los países.
Sin embargo, el PIB registra las transacciones del mercado, pero no representa una medida del bienestar social. Por ello, la comunidad internacional está llevando a cabo esfuerzos para desarrollar indicadores que vayan más allá.
Gobiernos como los de Nueva Zelanda, Escocia, Gales y Bután ya están experimentado con alternativas al PIB, pero superar décadas de estructuras construidas en torno a esta métrica es una tarea complicada.
El secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, nombró un Grupo de Expertos de Alto Nivel para desarrollar medidas de crecimiento de las sociedades para 2026, centrándose en equilibrar las dimensiones económicas, sociales y medioambientales del bienestar.
🧘 Indicadores de bienestar
Se han propuesto más de 200 indicadores más allá del PIB que comparten muchas similitudes.
Los investigadores buscan establecer un conjunto básico de unas 20 componentes que sirva de base para el consenso.
Incluyen cinco dominios: humano (satisfacción y esperanza de vida, etc), social (participación cívica, desigualdades, etc), entorno (vivienda, empleo, etc), y naturaleza (calidad del agua y el aire, contaminación, etc).
💰 Más allá del crecimiento económico
Además, los científicos proponen algunas importantes vías de acción para adaptar la forma en la que medimos y llevamos a cabo el desarrollo de los países:
Respetar los límites ecológicos y evitar daños a otras especies.
Proteger los derechos de generaciones futuras y garantizar que todas las personas tengan acceso a recursos esenciales y formas participativas de toma de decisiones.
Desarrollar modelos económicos basados tanto en las existencias (capital natural, humano, social y construido) como en los flujos (transacciones monetarias, servicios de los ecosistemas y beneficios sociales).
Involucrar a la ciudadanía en diálogos positivos para favorecer la transición hacia sistemas económicos que incorporen indicadores de bienestar más allá del mercado.
💡¿Sabías qué?
En las décadas posteriores a la Segunda Guerra Mundial, el crecimiento del PIB funcionó como un indicador razonable del bienestar, cuando la reconstrucción de las economías y el aumento de la producción y el consumo eran las principales prioridades. Sin embargo, desde aproximadamente 1950, los límites ecológicos, la desigualdad y la disminución de la cohesión social han restringido nuevas mejoras en el bienestar. Un informe de 2009 sobre la medición del rendimiento económico y el progreso social presidido por el economista y Premio Nobel Joseph Stiglitz sentó las bases para ir más allá del PIB.
💊 Ultraprocesados y marketing alimentario
Las claves
No es ningún secreto que los alimentos ultraprocesados son perjudiciales, no obstante, aún se desconocen muchos de sus efectos sobre la salud.
Una nueva serie de artículos publicados en la revista científica The Lancet busca analizar su impacto desde la ciencia, las políticas públicas y el poder político-corporativo que sostiene y expande su producción.
La revisión científica de 104 estudios a largo plazo realizados para esta serie reveló que 92 de ellos informaban de importantes riesgos asociados a enfermedades crónicas y mortalidad prematura.
Las dietas ricas en ultraprocesados también se asociaron con el exceso de comida, la mala calidad nutricional y una mayor exposición a químicos y aditivos nocivos.
Los expertos coinciden en que el consumo de ultraprocesados representa un fenómeno estructural influenciado por factores económicos, políticos y comerciales más allá de la voluntad individual, y urgen a tomar medidas basadas en políticas públicas.
🍬 Política, economía y marketing alimentario
Estudios previos han mostrado la eficacia de medidas como los impuestos a los ultraprocesados, un etiquetado claro y obligatorio, la prohibición del marketing infantil, o las limitaciones en escuelas y espacios públicos.
Además, esta nueva serie de artículos identifica cuáles son los principales puntos de acción de las empresas de ultraprocesados para influenciar el mercado.
Entre ellos destacan el lobby directo para frenar leyes, un marketing agresivo especialmente dirigido a niños y adolescentes, la participación en espacios de toma de decisiones (desde ministerios hasta organismos internacionales) o la financiación de investigaciones que generan dudas sobre sus efectos, entre otras.
Los científicos proponen limitar la participación directa de la industria en el diseño de regulaciones, fortalecer los organismos públicos independientes e involucrar a la sociedad civil y al sector académico en la formulación de políticas.
🔎 Te lo dice una científica recomienda
El nuevo libro de Tim Lenton, Positive Tipping Points: How to Fix the Climate Crisis, nos regala un estimulante análisis sobre cómo los individuos pueden provocar puntos de inflexión positivos y contribuir a la acción climática. Se basa en investigaciones de vanguardia e incluye numerosos ejemplos de cómo las acciones emprendidas por pequeños grupos han dado lugar a cambios sociales a gran escala. Es un soplo de aire fresco que nos recuerda que incluso los pequeños gestos pueden marcar una gran diferencia a la hora de generar un impacto medioambiental positivo.
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Muchísimas gracias por compartir esta información! Ha sido genial enterarme un poco de varios avances que han habido en el mundo