🔥 Quien no arriesga no gana, la devastación de los incendios y más
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Por Arce Domingo e Irene Martínez-Morata
💊 Restricción calórica sin dieta para vivir más
Las claves
La restricción calórica (reducir el consumo de calorías sin perder nutrientes esenciales) mejora la salud y aumenta la longevidad, como han demostrado estudios como el ensayo CALERIE.
Sin embargo, mantener una dieta drásticamente baja en calorías es insostenible para la mayoría y puede tener efectos emocionales adversos.
En un estudio publicado en Nature, científicos chinos han identificado que una molécula producida por bacterias intestinales, el ácido litocólico, podría ofrecer algunos de los beneficios de la restricción de calorías sin necesidad de limitar el consumo de alimentos.
Los investigadores administraron este compuesto a ratones y observaron que estos mejoraron su metabolismo, su capacidad física y el consumo de energía por sus células.
Aunque los resultados en animales son prometedores, aún no se ha demostrado que el ácido litocólico tenga los mismos efectos en humanos.
¿Cómo funciona?
El ácido litocólico activa una proteína llamada AMPK (proteína quinasa activada por AMP). Esta proteína actúa como un interruptor en las células de nuestro cuerpo, ayudando a controlar cómo usamos y almacenamos energía.
Es capaz de activar procesos que producen energía (como la quema de grasas y el uso de azúcar en la sangre) cuando detecta que hay poca energía disponible. Por ejemplo, tras realizar ejercicio intenso, o cuando no hemos comido por un tiempo.
El estudio revela que el ácido litocólico puede activar esta proteína directamente, simulando los efectos del ejercicio o la dieta sobre las células.
Este hallazgo podría abrir la puerta a tratamientos alternativos y complementarios a la dieta, aunque aún queda un largo camino para confirmar su eficacia y seguridad.
💡¿Sabías qué?
En la naturaleza, la restricción calórica se utiliza como una estrategia evolutiva para sobrevivir a la escasez de alimentos, especialmente en entornos extremos o durante cambios estacionales. Animales como osos en hibernación, aves migratorias y peces ralentizan su metabolismo, consumen reservas de grasa y priorizan procesos de reparación celular para conservar energía. Este mecanismo no solo permite la supervivencia, sino que también puede prolongar la vida al reducir el daño celular, la inflamación y minimizar los efectos del envejecimiento.
🌱 La devastación de los incendios
Fuente: RTVE
Las claves
En la última semana, las llamas han arrasado la ciudad californiana de Los Ángeles causando daños humanos y materiales incalculables.
No es un hecho aislado. La frecuencia y severidad de los incendios forestales ha aumentado en las últimas décadas en todo el mundo, y los estudios revelan que el cambio climático juega un papel clave.
Un estudio publicado en Science mostró que la sequedad de los árboles es el factor más determinante para la severidad de los incendios, lo que revela el decisivo papel que juega la sequía en estos eventos extremos.
¿Por qué el incendio de LA ha sido tan devastador?
El doctor Rory Hadden, investigador de ciencias del fuego en la Universidad de Edimburgo, explica que un período de fuertes lluvias en 2024 vinculado al fenómeno El Niño habría provocado alto riesgo de incendios este invierno.
La abundancia de lluvia provoca el crecimiento de la vegetación, y al seguirle un periodo seco, se convierte en combustible para los incendios. Este fenómeno se conoce como "latigazo hidroclimático".
Además, las tormentas de vientos cálidos y secos, procedentes del desierto de California, han ocasionado que las llamas se propaguen a gran velocidad.
Estos vientos también transportan brasas de vegetación en llamas, que pueden propagarse incluso a varios kilómetros siendo la causa principal de la pérdida de estructuras en incendios forestales.
Las políticas pueden mitigar el riesgo
Estudios han observado que factores como la mejora en gestión y extinción de incendios, la reducción de material combustible y el aumento de la densidad de población han contribuido a mitigar el impacto del cambio climático en el aumento de incendios en comparación a la era preindustrial, lo que revela el impacto que las políticas podrían tener en la reducción de los mismos.
Los expertos recomiendan aumentar las inversiones en protección, como el uso de materiales de construcción resistentes al fuego, el mantenimiento de espacios seguros alrededor de edificios y la gestión de la vegetación a escala comunitaria, así como el refuerzo de los cuerpos de bomberos y las campañas de educación para reducir incendios accidentales.
Otra clave de adaptación fundamental consiste en garantizar el buen funcionamiento de los mercados de seguros para absorber el riesgo que no pueda mitigarse de forma rentable, y abordar las disparidades en protección y recuperación para poblaciones socialmente vulnerables.
💡¿Sabías qué?
La devastación a la que se enfrenta la ciudad de Los Ángeles ha puesto en evidencia las carencias del sistema. Todas las bocas de incendios de algunas de las áreas más afectadas, como la de Palisades, se quedaron sin agua debido a la inesperada demanda. Además, el departamento de bomberos de la ciudad sufrió recientemente un recorte de personal y de financiación, lo que limitó la capacidad de respuesta. En Estados Unidos, el 65 % de los bomberos son voluntarios, aunque no es el caso de la ciudad de Los Ángeles. California tiene un programa mediante el que los presos trabajan en la prevención de incendios, pero ha sido objeto de numerosas críticas tras documentarse que los reclusos tienen probabilidades mucho mayores de sufrir accidentes y lesiones en comparación con los bomberos.
👫 Quien no arriesga no gana, incluso en la infancia
Las claves
La forma de jugar de los niños está cambiando. En muchos países, los juegos que suponen cierto nivel de riesgo e incertidumbre para los niños, como caminar por una zona de rocas, un paseo sin barandillas, o escalar en un parque, son cada vez más limitados.
Pero los investigadores advierten de que la sensación de riesgo e incertidumbre durante el juego es necesaria para el desarrollo infantil.
Investigaciones han demostrado que los adolescentes que tienen menos oportunidades de buscar emociones positivas en actividades de “riesgo”, como el alpinismo, son más propensos a caer en actividades con riesgos negativos, como el hurto.
Además, estos juegos tienen efectos fisiológicos sobre el cuerpo, como el aumento de adrenalina y el ritmo cardíaco. Experimentarlos de forma repetida ayuda a los niños a manejar la ansiedad y a gestionar bien el estrés fisiológico.
Por esto, los científicos están utilizando enfoques innovadores como la realidad virtual para investigar los beneficios del juego arriesgado y cómo promoverlo de forma segura.
¿Qué dice la ciencia?
En un estudio realizado en Bélgica, a niños de 4 y 6 años se les permitió participar en juegos arriesgados durante dos horas semanales. En tres meses, los investigadores notaron mejoras significativas en sus habilidades para evaluar riesgos y enfrentarse a desafíos.
Otro estudio realizado durante el confinamiento por COVID-19 en el Reino Unido mostró que los niños que jugaban de forma más aventurera presentaban menos signos de ansiedad y depresión.
El juego arriesgado fomenta habilidades como la cooperación, la empatía y la negociación. Al superar pequeños desafíos, los niños experimentan un aumento en la confianza en sí mismos y la capacidad de enfrentarse a nuevas situaciones.
El papel de los adultos
Los expertos recomiendan que los padres proporcionen entornos seguros, pero permitan que los niños exploren por sí mismos.
En lugar de intervenir inmediatamente, se sugiere observar las señales del niño, como expresiones de concentración y determinación, y darles espacio para resolver desafíos por su cuenta.
📡 Meta podría disminuir la propagación de bulos, pero no lo hará
Las claves
Un estudio científico ha mostrado que los mecanismos de moderación implantados por la red social Facebook lograron que las visualizaciones de posts con noticias falsas pasaran de 50 millones a prácticamente cero justo antes de las elecciones de Estados Unidos de 2020.
Este estudio, liderado por la española Sandra González-Bailón, de la Universidad de Pensilvania, revela la capacidad de las redes sociales para regular la desinformación con éxito.
Los científicos examinaron los algoritmos de difusión de aproximadamente 1.000 publicaciones que fueron compartidas por adultos residentes en Estados Unidos, diferenciando los mensajes desinformativos de los no desinformativos.
Además, observaron que la mayoría de mensajes que propagan desinformación provienen de un número muy pequeño de usuarios: alrededor del 1%.
La desinformación se propagaba a menor velocidad que la información veraz, normalmente entre personas individuales, hasta llegar a millones de usuarios. La información veraz, por el contrario, tuvo más facilidad para propagarse de un individuo a varios a la vez, a través de páginas o grupos.
La principal vía de difusión de la desinformación entre personas individuales se debió probablemente a que las políticas de moderación de contenido fueron diseñadas para dirigirse principalmente a páginas y grupos, no a usuarios individuales.
El cambio de estrategia de Meta
Su política de moderación redujo a cero las visualizaciones de contenidos falsos en las elecciones estadounidenses de 2020, pero no lo hizo en 2024.
Tras la victoria electoral de Donald Trump y el acercamiento entre este y Marc Zuckerberg, dueño de la compañía Meta, la empresa decidió relajar la moderación para no “limitar la libertad de expresión”, en palabras del presidente de asuntos globales de la compañía, Nick Clegg.
“La preocupación es que estas empresas ignoren el interés público general, solo para cumplir con su objetivo de ganar dinero a corto plazo”, advierte el doctor David Lazer, coautor del estudio y profesor de la Universidad Northeastern de Boston, en una entrevista para El País.
💡¿Sabías qué?
Un macroestudio realizado por el mismo grupo de investigación ha mostrado que el 97% de las noticias falsas las visualizan usuarios con ideología conservadora, según un análisis de 208 millones de ciudadanos de EE. UU. de datos internos de Meta cedidos por la propia empresa. Sin embargo, el mismo estudio no encontró evidencias entre el algoritmo de Meta y la polarización. Los investigadores relatan que es extremadamente difícil evaluar si la polarización en la sociedad hubiese sido menor en ausencia de redes sociales: los algoritmos aprenden, al fin y al cabo, del comportamiento social.



