☄️ Suicidio planetario, genes saltarines y más
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Por Irene Martinez-Morata y Arce Domingo
📡 ¿Existen los planetas suicidas?
Las claves
Por primera vez, un equipo de astrónomos ha observado cómo un planeta se precipita hacia su estrella y desaparece dentro de ella.
Este fenómeno, descrito como un “suicidio planetario”, fue captado gracias al telescopio espacial James Webb (JWST), y es diferente al proceso de destrucción de los planetas que se conocía hasta ahora.
Los científicos creen que el planeta orbitaba cerca de su estrella, pero la gravedad de la estrella lo fue deformando (igual que la Luna causa las mareas del océano por su atracción gravitacional). Esa deformación hizo que el planeta perdiera energía y se acercará poco a poco hasta que, tras millones de años, rozó la atmósfera estelar y se desintegró.
💥 Un fenómeno cósmico jamás visto
Hasta ahora, los científicos creían que una estrella sólo podía "comerse" a sus planetas cuando se convertía en una gigante roja (una estrella enorme que crece y se vuelve inestable, engullendo todo lo que tiene cerca), al final de su vida.
Pero esta estrella, ubicada a 12.000 años luz de la Tierra, llamó la atención cuando un planeta en su órbita se precipitó lentamente hacia ella hasta que se desintegró al entrar en su atmósfera, sin que la estrella estuviera en su etapa de gigante roja.
Con nuevos telescopios como el Observatorio Vera C. Rubin (que comenzará a operar este año en Chile), los astrónomos creen que podrían descubrir más casos como este.
💡¿Sabías qué?
Cuando una estrella engulle un planeta, no solo lo destruye: también absorbe su energía y materia, lo que puede hacer que parezca más joven y brillante de lo que realmente es. Este proceso puede liberar tanta energía como miles de miles de bombas nucleares explotando al mismo tiempo, dejando una huella de gas y polvo visible a telescopios como el JWST. A este fenómeno se le llama “rejuvenecimiento estelar”.
💊 Bloqueo de “genes saltarines” para curar enfermedades
Las claves
Los transposones, o “genes saltarines”, son trozos del ADN inactivos que pueden hacer copias de sí mismos para moverse de un sitio a otro del genoma.
Si se insertan en una posición desafortunada, pueden alterar el funcionamiento de otros genes y causar enfermedades.
El genoma tiene mecanismos protectores para controlar los movimientos de estos genes nómadas, pero estos mecanismos pueden perderse con la edad y en enfermedades como el Alzheimer, la esclerosis lateral amiotrófica (ELA), el lupus o el cáncer.
Por ello, científicos y empresas biotecnológicas han puesto el foco en la creación de fármacos que bloqueen el movimiento de estos genes para curar enfermedades.
Los resultados de los ensayos clínicos, aunque aún tempranos, son alentadores. Se ha logrado detener el crecimiento tumoral en algunos pacientes con cáncer colorrectal, y ralentizar el deterioro físico en personas con ELA y demencia.
🧬 Si están inactivos, ¿cómo causan enfermedades?
Estos genes que vagabundean por el genoma son a menudo restos de virus que invadieron las células de nuestros ancestros. Por ello, muchos tienen características biológicas parecidas a las de los virus.
Esto hace que las células en las que los transposones están activos se comporten como si sufrieran el ataque de un virus, poniéndose a la defensiva.
El resultado de esta estrategia defensiva es la activación del sistema inmune y la inflamación, lo que contribuye a una serie de enfermedades y al envejecimiento.
Los científicos creen que la investigación en este campo es importante no sólo para identificar posibles tratamientos, sino también para comprobar si los genes saltarines son realmente causantes de algunas enfermedades humanas.
💡¿Sabías qué?
La genetista Barbara McClintock descubrió los genes saltarines hace unos 80 años, lo que le valió el Premio Nobel de Fisiología y Medicina en 1983. Durante muchos años, estos genes que constituyen más del 40% del genoma humano se consideraban prácticamente inofensivos. Más adelante, se demostró que podían alterar otros genes, pero solo si el gen saltarín alteraba el ADN en su lugar de aterrizaje (creando mutaciones en genes existentes, por ejemplo). Recientes investigaciones han descubierto que sus aventureros viajes por el genoma pueden causar problemas de salud incluso si no modifican directamente las secuencias genéticas.
👫 Egipto y el origen de los gatos domésticos
Las claves
Durante muchos años, la pregunta de cómo los gatos se convirtieron en nuestros fieles y domesticados compañeros tenía una respuesta sencilla: en el antiguo Egipto. Allí fueron adorados, momificados y representados en pinturas y estatuas.
Esta creencia cambió cuando en 2004 se descubrió un gato enterrado junto a un ser humano en una tumba de unos 9.500 años de antigüedad en Chipre. Esto hizo dudar a los científicos sobre si los gatos podrían haberse domesticado mucho antes, incluso en el Neolítico.
Ahora, dos estudios recientes vuelven a poner el foco en Egipto como epicentro de la domesticación felina.
Los científicos analizaron restos de huesos y ADN antiguo de más de 2.400 gatos encontrados en Europa, el Mediterráneo y el norte de África.
Descubrieron que el famoso gato hallado en Chipre en realidad pertenece a un gato montés europeo, no a un gato domesticado.
Los gatos con ADN claramente doméstico más antiguos son gatos momificados en Egipto, datados entre 500 a.C. y el año 0. a.C, lo que indica que la creencia inicial de sus orígenes egipcios sería cierta.
🏺¿Qué tuvo que ver la religión egipcia?
Uno de los hallazgos más sorprendentes tiene que ver con la diosa Egipcia Bastet, símbolo de la fertilidad y la protección, que empezó a ser representada con cabeza de gato alrededor del primer milenio a.C.
Durante siglos, los peregrinos egipcios ofrecían gatos momificados como ofrenda en los templos. Esto generó una gran demanda y llevó a la creación de criaderos de gatos.
Según los científicos, este proceso tuvo una consecuencia inesperada: la selección involuntaria de gatos más mansos, capaces de vivir juntos y con humanos.
Algunos expertos, como la egiptóloga Julia Troche, señalan que el proceso de domesticación pudo haber sido mixto: primero natural (atraídos por el grano y los ratones), y luego intensificado por el culto religioso.
💡¿Sabías qué?
En el antiguo Egipto, matar un gato, incluso accidentalmente, era un crimen tan grave que podía castigarse con la muerte. Heródoto, el historiador griego del siglo V a.C., relató que cuando un gato moría en una casa egipcia, los miembros de la familia se afeitaban las cejas en señal de duelo. También documentó que si una casa se incendiaba, los egipcios priorizaban rescatar a los gatos antes que apagar el fuego.
🌱 Científicos españoles luchan por un futuro sostenible
Las claves
España es uno de los países más vulnerables del mundo a los efectos del cambio climático.
Por cada 1°C que se calienta el planeta, nuestro país lo hace 1.5°C. Además, se prevé que las precipitaciones disminuyan hasta un 20% de aquí a 2050, lo que agravaría el ya importante problema de la sequía.
El cambio climático también es parcialmente responsable de eventos extremos como la DANA que azotó recientemente la provincia de Valencia, como os contamos en este post.
La prestigiosa revista científica Nature ha publicado, como parte de un suplemento sobre la ciencia en España, una entrevista a cuatro investigadores españoles que tratan de construir un futuro más resiliente al cambio climático y mitigar sus efectos. Aquí te resumimos las claves de su trabajo.
🪸 La protección del Mediterráneo
El biólogo marino Joaquim Garrabou, del Instituto de Ciencias del Mar de Barcelona, explica que en el Mediterráneo hay más de 1.000 áreas marinas protegidas, pero muchas ni siquiera están supervisadas ni vigiladas.
Las altas temperaturas han provocado episodios de mortalidad masiva en especies marinas del Mediterráneo, sobre todo entre organismos que viven en el fondo marino (como corales, esponjas y moluscos), ya que no pueden escapar cuando suben las temperaturas.
El doctor Garrabou y su equipo han logrado demostrar que limitar las visitas turísticas a las zonas protegidas puede reducir la presión sobre estos ecosistemas, y ayudar a la recuperación de los impactos del cambio climático.
🫒 Salvar las cosechas de aceite de oliva
El ingeniero agrónomo Ignacio Lorite, del Instituto Andaluz de Investigación y Formación Agraria y Pesquera de Córdoba, investiga la respuesta de los olivos al cambio climático, y trabaja con los olivicultores para implementar medidas de adaptación.
España es el mayor proveedor de aceite de oliva del mundo, pero las sequías recurrentes y las altas temperaturas reducen el rendimiento y la calidad de las aceitunas.
Sus modelos muestran que una parte de la producción tendrá que desplazarse a zonas más norteñas, fuera de las zonas típicas de cultivo, ya que tendrán mejores condiciones para los olivos en los próximos 20 años.
🎎 Incorporando el conocimiento de los pueblos locales e indígenas
La antropóloga Victoria Reyes-García, del Instituto de Ciencia y Tecnología Ambiental de la Universidad Autónoma de Barcelona, lidera el proyecto Indicadores Locales de Impactos del Cambio Climático, con una red de investigadores sobre el cambio climático y el conocimiento local e indígena en 52 sitios de todo el mundo.
El estudio incluye 3 comunidades españolas: pescadores artesanales de la Costa Brava, y grupos de agricultores y ganaderos de Cabrales (Asturias) y de Sierra Nevada (Granada).
La científica estudia cómo el profundo conocimiento y la interacción sostenible con la naturaleza de los pueblos indígenas pueden ser claves para afrontar las crisis medioambientales.
🏖️ Hacia un turismo sostenible
La economista ambiental Cati Torres, del Laboratorio Interdisciplinar de Cambio Climático de la Universidad de las Islas Baleares, estudia cómo la industria del turismo contribuye al cambio climático, siendo a la vez muy vulnerable a él.
La reducción de emisiones provenientes del sector turístico y la adaptación de este sector al cambio climático es especialmente relevante en lugares como las Islas Baleares, donde la economía se basa principalmente en este sector.
La científica advierte que abordar el cambio climático implicará invertir el sistema socioeconómico actual. “Tenemos que olvidarnos del producto interior bruto como métrica del bienestar social, e incorporar los límites de la naturaleza a nuestro sistema económico y social.”
💌 ¿Tienes propuestas de colaboraciones, o temas científicos sobre los que te gustaría saber más? ¡Puedes dejarnos un comentario en este post, o escribirnos un correo a telodiceunacientifica@gmail.com!




